Manosear a una mujer es un acto de violencia

“Manosear” a una mujer es un acto de violencia

 

No hace falta indagar mucho sobre el tema, lo hemos visto en lo cotidiano, algo que, para muchos parece ser “un acto inocente”, para otros un “simplemente pervertido” pero para las mujeres un tormento que parece perseguirlas por toda latinoamérica y en cualquier parte.

 

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Como hombre me siento muy defraudado al ver éste comportamiento en los otros. Jamás sería capaz de un acto tan aberrante, como el de tocar a una mujer sin su consentimiento. Más allá de eso, ¿en qué se pretende convertir a la mujer? ¿Acaso no es ésto rebajarla al nivel de un objeto sexual?

 

No me gusta para nada lo que está pasando en Bogotá, ni en Buenos Aires, ni en Latinoamerica, ésto es algo indignante que parece aumentar con el paso del tiempo, a pesar de estar en un lugar público y concurrido por mucha gente, existe un espacio privado de aproximadamente 30 a 30 cm en torno a cada individuo y al que todos tenemos derecho y nadie tiene porqué invadirlo sin el concentimiento de la persona en cuestión.

 

Existen grupos y anuncios de ésto, sin palabras, es terrible

Aunque suene increíble, existen grupos que se dedican a buscar mujeres que les guste “ser manoseadas por desconocidos”, incluso hay un sitio web que promueve ésta actividad y contiene varios videos de un individuo que acecha a las mujeres en el transporte público, veámos unos ejemplos:

Este es increíble: “Mujeres que nos gusta ser tocadas en los buses o trasmileno”.

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O este otro: “Busco chicas y mujeres que quieran ser manoseadas…”, cómo puede existir algo ésto.

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Como era de esperar,  en los grupos que observé únicamente participan hombres, y sólo vi el comentario de una “mujer” que supuestamente le gustaba ésto y lo encontraba exitante.

 

Hay que denunciar y entender que ésto es un crimen como cualquier otro

Es cierto, que por ahi debe haber alguna que otra que disfruta con ésta actividad, pero para la mayoría resulta un problema con el que lidiar día a día, en el colectivo, bus, subterráneo o el medio de transporte que use. Incluso el andar solas por la calle, en lugares oscuros y demás se presta para éste tipo de actos.

 

En Colombia y Argentina es ilegal hacer esto, pero no todos los indiviudos van presos y es muy raro ver a una mujer denunciando, el caso más relevante en Bogotá, fue el de un hombre condenado a 4 años de prision pero son pocos los casos y complicado hacer que paguen.

 

En Estados unidos, es considera ataque sexual y 100% vas preso, pero en Latinoamerica, la justicia es blanda y endeble con éste tipo de actos, que no son inocentes, son violencia y hacen ver a la mujer como un ser débil e indenfeso ante el machismo de los “hombres”.

 

Por cualquier parte por donde se vea el tema, tocar a una mujer es un delito y es violencia, no puede ser que los hombres no puedan controlar sus impulsos y descaradamente se aprovechen de chicas, jóvenes, madres y lo que venga, normalmente cualquier mujer con jean apretado o falda es un objetivo, tristemente.


No hay ninguna excusa para justificar el irrespeto a una mujer

Incluso algunos descarados llegan a culpar a las mujeres por “usar ropa tan ceñida al cuerpo”, ésto me parece una excusa tan patética que lo único que atino a pensar siempre, es en toda la falta de educación sexual y social que necesita Latinoamérica, nuestra crisis no es económica, nuestra crisis está en los hogares y en la estructura familiar.
 

Por eso mujeres, no se dejen, denuncien, griten! siempre hay más de uno que estará dispuesto a ayudar, quedarse callado únicamente permite que esos actos sigan ocurriendo sin castigo para éstos criminales. Compartan la información con sus amigas, colegas, madres, etc… que se entere todo el mundo que tocarle la nalga a una mujer es un acto violento tanto como una violación.

 

Hay que respetar, y no permitir que noticias como ésta: 39% de las mujeres de Bogotá son manoseadas en la calle, sigan ocurriendo. Y finalmente resaltar que afortunadamente no todos los hombres somos así, todavía quedamos caballeros que respetan la integridad y delicadeza de las mujeres.